"Las palabras nos retan de continuo, ponen en danza nuestra imaginación."
Cuentos del Reino de las Silabas
EL REINO DE PLA=PLE=PLI=PLO=PLU Érase una vez un mono que iba de
casa en casa para buscar dueño, al final en la última casa encontró un dueño que
se llamaba Plácido. Plácido estaba preparando una carta para ING Direct cuando a los tres segundos le salió un mono por la chimenea y le quiso llamar
Pluto. Desde entonces les daba a Platero, su otro mono, y a Pluto plátanos, y
les enseño a preparar cartas. El mono Pluto preparó una carta para su amigo
Platero. Iba con un playero dentro, Platero le dijo: gracias ya eres mi
cómplice, y le regaló una planta y se fueron juntos a la playa ,jugaron con
platillos volantes, y con soldaditos de plomo. Con su dueño se fueron al Plus a
comprar platanos para Platero y Pluto y comian oplatanos como locos, los dos
monos. Con plumajes de plumas pintaron con plastidecor.
EL REINO DE GRA-GRE-GRI-GRO-GRU Un día de granizo en San Gregorio
la calle parecía gris. De los grifos de las casas salía agua fría como el hielo.
Las grullas en grupo estaban emigrando y cogieron granadas para alimentarse por
el camino, fueron a parar a un castillo donde había un ogro muy grosero con
mucha grasa. Se fue al comedor y comió cangrejo. Salió a la terraza EL POTRO Y LAS POTRAS EL REINO DE TRA-TRE-TRI-TRO-TRU Érase una vez un potro travieso y
una potra que eran huerfanitos. Un día se encontraron a una potra que también
era huerfanita, y los tres fueron juntos por el bosque.
Había una vez un señor llamado
Fernando, era farmacéutico. En su farmacia había una sala de información.
Fernando ganaba una fortuna trabajando y se compró una furgoneta y se fue de
viaje a Formigal. Allí se encontró a su amigo Fermín. Fermín era firme, formal y
forzudo, trabajaba en informativos Telecinco hablando de la informática. Un buen
día Fernando descubrió una fórmula para dejar de fumar tabaco de la marca
Fortuna. Fernando le propuso a Fermín una oferta de una fórmula para conseguir
la firma de Fernando Torres. Al final Fernando y Fermín, con la fortuna que
ganaban, construyeron una fortaleza y con un furgón dieron la vuelta al mundo.
Un gladiador y su mujer Glorieta Había una vez una pareja de
un gladiador y su mujer Glorieta, que tuvieron un glorioso día. Fueron a comprar
globos y unos gladiolos para la fiesta del barrio. El gladiador era muy glotón
porque se comió dos hamburguesas. Más tarde, fueron a la piscina con mucho
glamour. Un día estaban en el hospital porque el hermano del gladiador se había
operado de los glúteos y a hacerse fotografías de las glándulas salivares. Al
final, el gladiador y Glorieta tuvieron hijos. La niña se llamaba Gloria y el
niño Juan. Cuando los niños se hicieron mayores les compraron muchas reglas para
hacer dibujos de gladiadores y Glorietas.
Un día unos hermanos llamados:
Berta, Alberto, Roberto y Bertín que iban en una barca hacia Barcelona. Entonces
tuvieron un problema y pidieron ayuda a un señor con mucha barba que estaba
cerca de ellos y les dijo: ¿qué os pasa?¿por qué estáis pidiendo ayuda? Entonces
dijo Alberto, el mayor de los hermanos: "Es que a mi hermana, la pequeña,
se le ha caído la Barbi y no nos atrevemos a bajar a buscarla". Entonces el
señor, llamado Bartolo, decidió ayudarles y se tiro al agua. Cuando ya estaba
apunto de coger la Barbi se quedo sin respiración y tubo que salir a coger aire
entonces dijo Bartolo: "Lo siento, no he podido coger la Barbi". "Da
igual ya le compraremos otra", respondieron, y se fueron Barcelona. El pueblo de Blas Érase una niña que se
llamaba blanca y tenía un amigo llamado Blas. Un día se fueron al pueblo de
Blas. Había mucha niebla y de repente se bloqueó un trozo de carretera.
Después merendaron por ahí y Blas se comió un doble de donus y blanca se
enfadó con Blas y se fue biblioteca. Allí había muchos libros. Al final Blas
habló mucho de Blanca, y Blanca perdonó a Blas y se pusieron unas blusas para ir
monte.
EL REINO DE LAS SÍLABAS BRA-BRE-BRI-BRO-BRU Me llamo Bruno y tengo 9 años. Ayer
comí brócoli, carne y de postre chocolate. Luego, después de comer, saqué una
caja de bricolaje de mi padre y cuando la abrí había una motosierra, un casco de
obrero y una brocha. Cogí la brocha para pintar un brillante mural. En él dibujé
un torero que en el brazo tenía un brazalete de oro ,toreando un toro bravo y
bruto. También dibujé una señora que parecía bruja. Por la noche cenamos chorizo
y papas cocidas ¡Ah! y de postre un helado. Luego fui a ver megatrix y me fui a
la cama. Por la mañana me levanté y... ¡había una iguana en el tejado! Cuando
desayuné me tome una breva con leche. Después me puse el chándal y las
deportivas y me fui al tejado a coger la iguana. La llame Pelayo. Medía 8 metros
de largo y medio metro de ancho.
Hola, soy Claudia y os voy a contar lo
que me paso un día: Por la mañana me fui con mi hermano Clemente a clase, él iba
en triciclo y yo en bicicleta. Mi hermano toca el teclado y yo el clarinete. Nos
gusta tocar los Sábados.
EL CHICO FLOJO REINO DE LAS SÍLABAS FLA-FLE-FLI-FLO-FLU Había una vez un chico llamado
Florentino que era flaco y flojo, tocaba la flauta. Un día fue a la floristería
a comprar una flor mágica. Al día siguiente tenía mofletes y un flequillo para
flipar, después de comer bebió flúor y el chico dijo ¡flas! y se convirtió en
fluorescente. El chico flexible tiró una flecha y le salió una flema. El chico
flojo, fue a la floristería y vio una flor florida. Se comió un flan, más tarde
le entró flato y se inflamó el labio. Se fue a la piscina y se tiró , al agua
con su flotador y desde allí vio a la que le vendió la flor flipante. TARZÁN EL REINO DE LAS SÍLABAS TAR-TER-TIR-TOR-TUR Cuenta la leyenda como unos monos
encontraron un bebé en una avioneta. No sabían su nombre, así que le llamaron
Tarzán. Tarzán se iba haciendo mayor hasta que tuvo doce años. Ya sabía
defenderse hasta que un día se metió en lo más profundo de la selva. Cuando
caminaba,en el brazo le cayó una tarántula, y otra... y al final le cayeron
miles y miles de tarántulas, ¡era una trampa del famoso Terminaitor! Lo llevaron
a una tartana y le interrogaron, le soltaron con una condición :que no se
escapara, pero se escapó, corrió como un tornado. Dijo a todos los monos: ¡van a
venir a por vosotros unos cazadores!. Un mono que era tartamudo le dijo al rey
que se debería esconder. El rey |