UNA NANA
PARA LA ARAÑA
Esta araña tan
mimosa
quiere dormir y dormir
se balancea en su tela
bajo el tibio sol de abril.
Duérmete arañita
duérmete ya,
cierra los ojitos
y trampas no me harás.
Esta araña presumida
de pronto se queda dormida
y el murmullo del jardín
la hace muy feliz.
Duérmete arañita,
duérmete ya,
guarda tus patitas
y mañana ¡otro día será!
Poesías extraída del
libro LA CAJA DE LAS PALABRAS MÁGICAS. CUENTOS.
Carmen Ramos Editorial Arguval. Málaga
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