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PEPA
Y SU ARAÑA
PEPA era una niña
rubia, pecosa, traviesa y alegre. Su mayor tesoro era una araña
de patas largas
que guardaba
envuelta en un pañuelo de seda de colores, de colores como los
de un arco iris caprichoso.
Con su araña,
Pepa, engañaba
a los amigos y desde luego era muy mañosa
para cuidarla. Cuando la araña
tenía sueño
la ponía en una cajita con mucho cariño,
le cantaba una nana para arañas
y la arropaba con una suave manta de piel de melocotón.
Pero... una mañana
de otoño la
señora
de la limpieza, con su plumero de plumas de cacatúa, volcó la
caja en la que dormía plácidamente la araña
de Pepa y ésta cayó al suelo, sin que nadie se diera cuenta de
lo sucedido.
La araña
despertó un poco aturdida por el golpe y sin saber por qué,
corrió hacia el jardín, en donde el sol calentaba el césped y
hacía cosquillas a las margaritas amarillas. Una vez allí buscó
un tronco leñoso
de olivo y se colgó de él columpiándose divertida. En segu ida
comenzó a tejer su tela. Sería una tela muy hermosa y
brillante que regalaría a Pepa. Pero la niña
cuando llegó a casa y vio la caja vacía, lloró un poco y echó
de menos a su araña.
Con algunas lágrimas sobre su cara salió al jardín en aquel
atardecer de otoño
y al mirar a lo lejos vio en el viejo tronco de olivo una
especie de "tela de araña"
brillante y maravillosa que en aquellos momentos era iluminada
por el último rayo de sol. Sonrió, secó sus lágrimas y dijo:
"¡Estás aquí!".
Pepa se sintió feliz y comprendió
que su araña
también lo era tejiendo su tela, así que después de
prometerse amistad para siempre, la niña
se dirigió hacia su
casa recordando que la profe le había encargado hacer una lista
de palabras que tuvieran Ñ
porque "La Caja de las
Palabras Mágicas" las necesitaba, y eso era importante.
Cuento extraído del libro LA CAJA
DE LAS PALABRAS MÁGICAS. CUENTOS.
Carmen Ramos Editorial Arguval. Málaga
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