LAS METAS
- Descubrir la magia de las palabras.
- Despertar el torrente imaginativo del niño haciéndole crear sus propias historias.
- Descubrir el goce de la lectura y escritura a partir de los juegos que surgen.
- Disfrutar a partir de las estrategias de animación a la lectura.
Queríamos que la clase de lenguaje fuera para los alumnos un tiempo en el que descubrieran el placer de leer y escribir y en el que se sintieran escritores y lectores, que desmitificaran los pesados conceptos del lenguaje trabajando a gusto con él y disfrutaran con nuestras historias y las de los compañeros. Que descubrieran que hay normas que nos ayudan, pero no nos duermen la imaginación. Despertar el goce por la lectura a partir de la nueva perspectiva de los juegos que surgen de la experiencia.
Se creó LA CAJA introduciendo en ella IMAGINACIÓN, CREATIVIDAD, diversos LENGUAJES orales o escritos y JUEGOS.
Ésta es una labor de investigación marcada por estilos didácticos activos y participativos.
Jugar con las PALABRAS para que el niño encuentre que ellas son el instrumento básico para comunicarse, para expresar sus ideas y aceptar las de otros. la lectura y escritura se mezclan íntimamente.
INGREDIENTES SECRETOS
Estos son los ingredientes secretos para crear la caja de las palabras mágicas.
Son de libre disposición sólo para aquellas personas que quieran vivir la aventura de la palabra.
Se deben mezclar todos con un suave aleteo de mariposa en el interior de una CAJA MÁGICA.
LAS PALABRAS
Las palabras son mágicas. Las palabras se esconden en los cuentos,
viven los sueños. Disfruta las palabras escritas y luego deja volar tu imaginación.
(Carmen Ramos).
Antes de que nos demos cuenta, un sinfín de palabras se pasearán por nuestra mente y construirán nuestros pensamientos.
Las palabras nos guiarán hacia la curiosidad y nos abrirán un mundo infinito de posibilidades. Nos llevarán de lo desconocido a lo real, de la oscuridad a la luz.
Las palabras nos tienden un puente hacia las personas que nos rodean. Ellas, pueden estar escritas, habladas, incluso gesticuladas, lo importante es comprender la empatía de su mensaje: las palabras son nuestro equilibrio interior, sin ellas no podríamos vivir sanamente.
Las palabras nos retan de continuo, ponen en danza nuestra imaginación. Si nos dejamos llevar por su juego entablaremos un diálogo inagotable con la emoción, con el colorido travieso del que se sirven algunas veces, nos impregnaremos de olor a mar, a nubes, a tierra mojada. Tal vez nos enseñen el verdadero sabor de la alegría, de la aventura o del misterio.
Las palabras crean vínculos afectivos. Escuchemos y narremos. Ellas son las encargadas de introducirnos, desde niños, en el lenguaje de los cuentos, en el de los símbolos, en el del ritmo, las palabras tienen la misión de despertar el ingenio.
Si nos entrenamos en pensar con imágenes y palabras, nuestra creatividad crecerá y también todo aquello que proyectemos hacia el exterior, esto nos producirá estabilidad y armonía.
Las notas de una partitura cobran vida en las manos de un instrumentista, las palabras en las del escritor, luego en la mente del lector.
Así que, ¿por qué no inventar palabras que nos abran las puertas de la fantasía o el juego?
Recordad que las palabras tienen su propio reino: el de los cuentos.
Ya sólo nos queda convertirnos en "capitanes intrépidos" y navegar cargando nuestros barcos de palabras grandes y pequeñas, gordas, largas o canijas, ruidosas o silenciosas, en una PALABRA, ha llegado la hora de divertirse con ellas y ser un poco rebeldes.
¡Seguidme!, vamos a liberar las palabras de nuestra mente, de los libros que las guardan; seamos traviesos y disfrutemos con ellas.
LA MAGIA Las palabras son mágicas y viven el los cuentos. La magia reside en todas y cada una de los elementos que se utilicen. El sentido del humor, por ejemplo. Decía Rohald Dhall que “el sentido del humor no estaba reñido con la buena literatura”. Estar activos, ser traviesos, absurdos o fantásticos, nos lleva a desarrollar nuevas formas de expresión. Compartirlas, es un juego sociabilizador e integrador, que crece en un ambiente distendido lleno de diversión y magia. Luego, es imprescindible crear un clima propicio para el desarrollo del pensamiento inductivo o el educativo. Conseguir que la empatía navegue por los textos, que antes eran pasivamente contemplados o leídos, es magia. Crear un lenguaje dinámico es magia. Enriquecer el lenguaje, ampliar el vocabulario, las formas de expresión, eso es magia. Cuando al leer un texto elaborado por los chicos o un cuento de un escritor conocido o no conocido, se consigue generar sentimientos que quedan reflejados en sus rostros: risas, miedo, admiración, sorpresas, esto es mágico. ¿Acaso no hablan los árboles, no corren las piedras, no vuelan los sombreros? |
¿IMAGINACIÓN? |
LA CREATIVIDAD
Nada es más nocivo para la creatividad que el furor de la inspiración. Umberto Eco La creatividad es imaginación. Las ideas ingeniosas e intuitivas suelen ser las mejores, pero si no las buscamos nunca las encontraremos. Por eso desde el entusiasmo de ser creadores y con las herramientas que tenemos a nuestro alcance, fluirán las ideas, unas buenas, otras mejores. Esto nos lleva a aceptar la diversidad, la unicidad y la individualidad. Conocer como crear es trazar nexos entre los distintos ámbitos del conocimiento. Hay matemáticos o científicos que dicen, que ni los cálculos diferenciales o integrales, se hubiesen podido descubrir sin el inmenso poder de la creatividad y de la fantasía. La consigna nos lanza a la escritura, nos predispone a ser creativos y despierta la imaginación |
LOS JUEGOS
Jugar, espiar, inspeccionar las palabras, las historias, los personajes, es iniciar un camino extraordinario, que a veces romperá los esquemas preestablecidos, lo que nos llevará a ampliar el campo de la creatividad y proyectar la imaginación hacia los límites deseados.
En realidad, estos juegos con palabras, con cuentos, llevan consigo grandes dosis de aventura y el objetivo prioritario es provocar en los chicos la curiosidad y las ganas de participar. ¿Éxito? Aquí radica una de las incógnitas más extraordinarias, pues cuando la alcanzamos el disfrute es total.
Cuando los niños son los “escritores”, es decir, reinventan la escritura y la hacen suya, la satisfacción les confiere unas altas dosis de autoestima, no sólo en el campo de la lecto-escritura y de los lenguajes diversos, también en las otras zonas de su existencia, como la lúdica.