HARRY POTTER Y
MORTADELO
EN BUSCA DE FANTASMAS
Un día dos amigos, Mortadelo que era detective y Harry Potter, mago, recibieron una llamada pidiéndoles ayuda porque en el pueblo de Villanueva de Córdoba, aparecieron unos fantasmas que aterrorizaban a la gente con sus gamberradas monstruosas.
Mortadelo y Harry Potter preguntaron a todos, lo que habían visto y oído, y les contestaron que habían escuchado unos ruidos espantosos, eran como si arrastrasen cadenas, pero ver, no habían visto nada, eran invisibles.
Al oír esto Harry Potter pensó que la capa invisible les llevaría hasta los fantasmas y así los encontró en una cueva, partiéndose de risa. Harry llamó a Mortadelo y entre los dos convencieron a los fantasmas de que dejaran a la gente en paz y se hiciesen amigos y les dijeron sus nombres, el más pequeño se llamaba Peque y los otros Dentudo y Sorbete. Llegaron a ser buenos fantasmas.
Mario Luque 1º A
MORTADELO Y LA BELLA
DURMIENTE
Mortadelo se metió en el cuento de la Bella Durmiente. Mortadelo le preguntó: ¿quién eres?
Y ella contestó soy la Bella Durmiente.
Y, ¿qué hago yo aquí?, se preguntó Mortadelo.
Es que como sonaba la puerta te metiste rápidamente en mi cuento, es verdad ya no me acordaba.
Al día siguiente cuando Mortadelo desayunaba, la bella durmiente le dijo: ya vale de comer, eres un glotón.
Al medio día a la hora de comer, la Bella durmiente puso una rica sopa. Por la noche le dijo Mortadelo, ¿te quieres casar conmigo?
y la Bella Durmiente le dijo: sí.
Y al día siguiente se casaron.
Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.
Javier Adán 2º A
EL DESCONTROL DE LA
BIBLIOTECA
En la vieja librería de mi barrio, hay toda clase de libros: lo cuentos infantiles más conocidos, libros de historia, de ciencias, libros de texto, de poesía, cómic...
Pues allí ocurrió esta historia.
Cada tarde, cuando Pablo, el librero, apagaba las luces y se marchaba a casa, algo extraordinario ocurría: de los libros empezaban a salir todo tipo de personajes y organizaban entretenidas tertulias contándose sus historias.
Un día, cuando estaban charlando animadamente, sintieron la cerradura de la puerta. Pablo había olvidado su libro de contabilidad y había regresado a por él. Todos se miraron desconcertados y echaron a correr hacia sus libros. No había tiempo que perder. Cada uno se metió en el primer libro que encontró.
¡Vaya lío!
Al día siguiente, cuando los niños fueron a leer los libros, el título no encajaba con los personajes.
Pablo quiso saber lo que pasaba. A la noche siguiente se escapó de casa. Por la ventana vio personajes hablando. Llamó a la puerta y le abrieron, pero se escondieron.
Pablo dijo que no les iba a hacer daño. Que sólo quería ayudarles. Pablo les ayudó. Los personajes quisieron recompensarle con un libro que le gustaba.
A la mañana siguiente todo estaba en orden. Los niños ya no se extrañaron.
Pablo guardó el secreto de que los personajes existían.
Y nunca más se alborotó la librería.
Miguel Ángel de la Iglesia 2º B
MORTADELO Y LOS TRES
CERDITOS
Érase una vez unos cerditos felices, hasta que un cerdito se enteró de que un lobo les perseguía para comérselos. El Cerdito se lo dijo a sus hermanos y los hermanos llamaron a Mortadelo.
Mortadelo llamó al profesor Bacterio y le hizo una cosa para convertirse en león. Mortadelo les dijo a los cerditos la poción. Los cerditos, que ahora eran leones, intentaron matar al lobo pero no lo consiguieron, pues habían cambiado la cara, pero tenían la misma fuerza.
Luego ocurrió una catástrofe. Sus amigos huian de ellos, claro eran leones. Entonces los cerditos-leones llamaron a Mortadelo y Mortadelo a Bacterio. Bacterio no tenía otro experimento.
Los cerdotos-leones se enfadaron y se comunicaron con otros leones y dijeron:
- Hay una comida riquísima. Mirad, seguidme.
Los leones les siguieron y fueron a por el profesor Bacterio. Bacterio creyó que eran los cerditos, pero al ver cinco salió corriendo. Se encontraron con Mortadelo.
Mortadelo al ver cinco leones se disfrazó él también y luego se fue. Lo malo que a los leones les cogieron y fueron al circo.
Pasaron días y días y cuando estaban en las jaulas, menos mal que a los cerditos les tocó en la misma jaula, porque de repente se convirtieron en cerditos.
Los del circo los dejaron libres y los otros leones se comieron al lobo, y... colorín colorado, este cuento se ha acabado.
Alicia Cantús Pastor 3º A
LA TIENDA DE LOS LIBROS
Un día entré en la tienda de Eusebio. Eran las 2:00 y Eusebio tenía que cerrar. En cuanto se fue, todos los personajes salieron por la papelería, era como una fiesta. Pero a Eusebio se le olvidó un libro y volvió a la tienda. Los personajes se fueron al primer libro que vieron. Eusebio cogió el libro de Don Quijote de la Mancha y fue a su casa para leerlo. Cuando llegó a casa no lo leyó al momento y le dejó para la noche.
Ya era muy tarde y Eusebio empezó el libro. De repente, en el libro salió Caperucita Roja que al parecer era la novia de Don Quijote. Eusebio no se extrañó ni pizca, porque al no habérselo leído, no sabía de qué iba. Pero luego se dio cuenta de que Caperucita era de otro cuento y no podía estar ahí. Eusebio se durmió porque creía que era del sueño. Aunque a la mañana siguiente todavía estaba Caperucita en la leyenda.
Eusebio regañó a los impresores y ellos negaron lo ocurrido. Los personajes se enteraron de lo ocurrido y dijeron a Eusebio, que estaba asustado, que habían sido ellos. Se colocaron bien y todo volvió a la normalidad, como siempre.
Elena Palacios García 4º A
LA BELLA QUE SE METIÓ EN EL
CUENTO DE LA BELLA DURMIENTE
Una vez la Bella, iba a ir al palacio de la Bestia, pero se equivocó de camino, y se fue al castillo de la Bella Durmiente. Fue a la habitación donde estaba dormida, porque se había pinchado con la rueca. Entonces de repente se despertó y le dijo:
- ¿Tú qué haces aquí?
- Pues no lo sé, me habré equivocado de camino.
- Vete, ¿no ves que me he pinchado y el príncipe me va a salvar?, vete con la Bestia a bailar.
- Vale me voy.
Más tarde se encontró con las tres hadas.
- ¡Anda si es la Bella!, ¿qué haces aquí!.
- Pues nada que me he equivocado de camino.
- ¿No estabas en tu cuento?
- Pero, es que...
- ¡Vete!, ¿no ves que estoy dándole poderes al príncipe para que mate al dragón y salve a la princesa?
- Ya me voy, ¡adiós!.
Y se fue al Castillo de la Bestia.
Sara Tabaileh 4º B
En la vieja librería de mi barrio, hay toda clase de libros: los cuentos infantiles más conocidos, libros de historia, de ciencias, libros de texto, de poesía, cómic...
Pues allí ocurrió esta historia.
Cada tarde, cuando Pablo, el librero, apagaba las luces y se marchaba a casa, algo extraordinario ocurría: de los libros empezaban a salir todo tipo de personajes y organizaban entretenidas tertulias contándose sus historias.
Un día, cuando estaban charlando animadamente, sintieron la cerradura de la puerta. Pablo había olvidado su libro de contabilidad y había regresado a por él. Todos se miraron desconcertados y echaron a correr hacia sus libros. No había tiempo que perder. Cada uno se metió en el primer libro que encontró.
¡Vaya lío!
Mortadelo estaba en el cuento de la bella Durmiente y dijo:
- No sé yo si la podré despertar.
Le dio un beso y no se despertó. Pensaba qué podía hacer para despertarla. Pensaba y pensaba, al rato se le había ocurrido una idea: Si beso a una rana, me convierto en príncipe.
Fue a buscar ranas por todo el pueblo. Vio una pero se escapaba y salió detrás de ella hasta que la cogió.
- Maldita rana ya te tengo, -dijo cansado de correr.
Entonces la besó y se convirtió en avestruz. La volvió a besar y se convirtió en gato, la besó otra vez y se convirtió en un príncipe.
Regresó al castillo y vio que la estaba buscando otro príncipe y dijo:
- ¡Eh, alto ahí, ella es para mí!
La besó Mortadelo y la despertó, después se casaron.
Luego Bugs-Bunny vio a Spiderman en su cuento.
- Spiderman, te reto a un duelo, -le dijo Bugs-Bunny, -a ver quién salta más alto.
Ganó Spiderman.
- Ya entiendo por qué te llaman el hombre araña.
Ahora me toca a mí:
- A ver quién hace más gracia.
Y ganó Bugs Bunny. Entonces decidieron los dos que se hacían amigos.
El Pato Donald apareció en el cuento de Harry Potter y fueron los dos a derrotar a la serpiente de la cámara secreta. Primero el Pato Donald no se atrevía y Harry Potter le dijo que era un cobarde. Entonces el Pato Donald empezó a hacer tonterías, la serpiente se partí de risa y Harry Potter le hizo un hechizo y la derrotaron y fueron muy amigos.
Al día siguiente estaban cada uno en su libro.
Álvaro Friaza Rodríguez 5º A